Entrevista con D. Belarmino Posada, ex director de la Fundación Masaveu
Resolvía las dudas de los alumnos en clase, en su despacho, en los talleres, en la cancha de fútbol o incluso a paso ligero por los pasillos de la Fundación Masaveu… De trato cordial y cálido. Cercano y entrañable. Muy eficaz con los asuntos relativos al trabajo y la que fue su casa durante los últimos seis años, D. Belarmino Posada, —que es sustituido en el cargo por D. Fernando Domenech-, se dirige a Palencia, su nuevo destino salesiano, dejando atrás “un lugar que le permitió tener una visión más completa de esta gran obra educativa y en la que tan apoyado se sintió, tanto por parte de la Casa como de la comunidad educativa de la Fundación Masaveu”.
En la persona de D. Belarmino han quedado patentes los preceptos bajo los cuales se creó la Fundación Masaveu hace ya más de medio siglo, pues proporcionó a sus alumnos la más sólida educación y formación religiosa, moral y cívica, a la vez que una eficaz instrucción manual, técnica y profesional esforzándose, al fin y al cabo, en capacitarles como ciudadanos y trabajadores.
Seis años dan lugar a muchas experiencias. ¿Algo que quiera destacar?
La calidad humana de nuestros jóvenes y cómo valoran nuestra cercanía como educadores. Desde el primer día se encuentran como en casa y perciben una forma de hacer distinta que les sorprende y agrada. Un hecho que recuerdo con emoción fue la visita de la urna de D. Bosco. Resultó algo muy emotivo para todos e impactó enormemente a nuestros jóvenes.
¿Qué ha sido lo mejor de su paso por la Fundación Masaveu?
Me ha permitido entrar en relación con muchas personas tanto en el Colegio como en el C.F. Masaveu y eso siempre enriquece a uno. He procurado crear un clima de familia mostrándome siempre cercano, llamando a los chicos por su nombre y cuidando la Fundación como uno cuida su casa. Dos hitos importantes fueron la celebración del 50 Aniversario del Colegio, así como la celebración del Bicentenario del nacimiento de D. Bosco.
¿Cómo valora a sus alumnos?
Son buena gente, bien dispuestos y con una buena preparación personal y profesional. Creo que son la mejor imagen exterior del centro.
¿Le han enseñado algo ellos a usted?
Aparte de que creo que me han robado el corazón, como decía Don Bosco, he aprendido a confiar en ellos y a entender que siempre nos la jugamos en las distancias cortas y en los pequeños detalles. Cuando los jóvenes toman el escenario y se convierten en protagonistas son capaces de hacer cosas grandes.
Díganos con qué se queda de su paso por la Fundación.
Con el trato recibido por parte de la Casa, siempre delicado y respetuoso, sin entrometerse en nuestra labor educativa y apoyándonos siempre en todo.
¿Se hace duro el cambio a nivel personal?
Aunque, como salesianos, estamos familiarizados con los cambios, siempre resultan duros al descubrir personas que valoran tu trabajo y se te encoge un poco el corazón cuando unos pequeños te dicen “te vamos a echar de menos”.
Podría decirse que ahora comienza una nueva etapa en Palencia, ¿cómo la afronta?
Es un comenzar de nuevo. Se trata de conocer otra realidad y otras personas. La afronto con ilusión y con ganas, aunque añorando un poco la “tierrina asturiana”.
¿Cómo ve el futuro de la Fundación Masaveu?
El futuro se construye siempre viviendo con intensidad el presente. Creo que la Fundación tiene futuro y lo tendrá siempre si permanece fiel a los objetivos para los que fue creada por D. Pedro Masaveu. Sigue siendo el rostro visible de la Responsabilidad Social Corporativa del Grupo Masaveu ante la sociedad y creo que sería bueno que todos los trabajadores de esta gran familia conociesen sus magníficas instalaciones y el trabajo educativo que se realiza en ellas.
Aprovecho para felicitar a todos en este 175 aniversario de la creación de este gran grupo empresarial y desearles también un futuro cargado de éxitos.